domingo, 17 de febrero de 2013

Del azar y los espejismos de la fortuna.



Aún en la mas lamentable existencia
donde la pena arranca cada retoño
siempre puede esperarse con paciencia 
a que caiga la ultima hoja de otoño.

Pues está en lo mas profundo de su esencia
como en el cabello de una niña, un moño
que la risa, al dolor le plante fuerte resistencia.

Cuando el alma se embaraza de un demonio,
y el azar sonríe a la permanencia de la vida,
no hay alivio comparable a saber lo obvio.

Un espejismo, como la sonrisa de una viuda, 
que aguardando por el final del otoño yace
bajo la caricia blanca de una mano de nieve;
alterando la realidad, lo inasible palpable hace.
Logra sucesivamente la victoria numero nueve. 

El espejismo le sonríe al sorprendido desgraciado.
Esa mano de póquer que las nucas eriza deprisa.
¿Cómo no haber dado la victoria por sentado? 
¿Cómo haber esperado escuchar tu bella risa? 

El espejismo fue el reflejo de una realidad
tan distinta, que era indistinguible de esta,
tan perfecta, que de mascara llevaba vanidad.
Nadie sabe si el resultado fue suma o resta.




...Gracias por la sorpresa. Gracias por las ilusiones, gracias por la despedida, gracias por no revisar la apuesta.






Eduardo Pérez

lunes, 11 de febrero de 2013

Un rato.

Y una vida, y un canto, y una alegría y un llanto. 
¿quien es que? ¿que es quien? ...lo ignoramos.
La vida, la existencia, nos dura un rato.
Aveces, apenas, para decir que amamos. 
Lo suficiente para escribir nuestros epitafios. 

Nunca tanto para darnos cuenta
cuanto tiempo hemos pasado en la orca,
con el pasado de lastre y el futuro en venta
¡olvidamos lo importante de una sonrisa terca! 
...nuestras vidas no son para pagar la renta,
lo mas distante entre mas se aleja, mas se acerca,
hasta que la muerte en la cara nos revienta.   









David Perez Hernandez.